El arte gótico coincide en el tiempo con la plenitud y la crisis de la Edad Media. El primer gótico está ligado al poder monárquico, coincidiendo con el desarrollo de las universidades y la expansión de las órdenes religiosas. Esta expansión del arte gótico se vió truncada por la peste bubónica en 1348, que fue el inicio de la crisis de la Baja Edad Media.
La catedral gótica
Las nuevas técnicas constructivas son las siguientes:
> Arco apuntado u ojibal.
> Uso del arbotante, lo cual permitió levantar estructuras esbeltas y ligeras.
> La Bóveda de crucería, pináculos, y contrafuertes también ayuda a aligerar los muros.
> Las vidrieras o claristorios tienen una gran importancia.
El arco apuntado es más esbelto y ligero que el de medio punto que se usaba en el románico, lo que permite que las naves sean de mayor altura.
En el exterior, se utilizan arbotantes, unos arcos exteriores que transmiten las tensiones de la bóveda hacía a fuera, los botareles o estribos, son como un contrafuerte aislado que absorbe el
empuje del arbotante y lo descarga en el suelo y los pináculos se colocan sobre los botareles para que ésto tengan más peso y resistencia.
En el gótico preclásico es habitual el uso de la bóveda sexpartita ( 3 nervios y 6 plementos), pero en el gótico tardío las bóvedas tienen multitud de nervios y terceletes, y se generaliza el uso de la bóveda estrellada. Mientras que en Inglaterra, se extiende el uso de la bóveda de abanico.
En cuanto a las fachadas góticas, generalmente se organizan de forma tripartita (3 cuerpos horizontales). El cuerpo horizontal inferior, llamado imafronte, está compuesta por las 3 portadas de la fachada. Sobre las puertas, hay una galería y más arriba un rosetón.
Una torre a cada lado completan la fachada, que suelen rematarse con agujas o capiteles. La puerta y la fachada suele decorarse con esculturas, que narran algún pasaje bíblico.
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